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miércoles, 21 de marzo de 2018

VLADIMIR PUTIN: El Zar de Todas las Rusias

Tal como se esperaba, y a pesar de la nauseabunda campaña mediática montada en su contra por el Reino Unido para acusarlo del envenenamiento de un ex espía ruso (cuando se ha descubierto que se trata de uno de esos operativos de bandera falsa a la cual Occidente nos tiene acostumbrados), Vladimir Putin fue reelegido este domingo con el 76.6 % para un nuevo periodo de seis años al frente del Kremlin, una victoria aplastante que le permitirá guiando firmemente los destinos de Rusia, para lamento de los EE.UU. y secuaces de la OTAN quienes ven con desconsuelo como gracias a la genial intervención del líder ruso, todos sus planes de dominación mundial se han hecho trizas y están conscientes - aunque no lo quieran reconocer cerrando sus ojos a la realidad - que su decadencia es inevitable, al mismo tiempo que surge un Nuevo Orden Mundial conformado por Rusia y China, dispuestos a hacerle frente las veces que sea necesario. Es así como desde el Báltico hasta el Pacifico, de los Urales a Siberia y desde Crimea hasta el Ártico, Rusia ha resurgido como una Gran Potencia gracias a la aguda visión de quien con toda razón es considerado como el nuevo Zar de Rusia. Tras el cierre de las urnas, un exultante Putin se presento en un multitudinario mitin en la plaza Manézhnaya, en el centro de Moscú para celebrar su victoria: “Veo confianza y esperanza, la esperanza de nuestra gente con la que vamos a seguir trabajando”, agradeciendo a los electores su incondicional apoyo. El actual mandatario ruso ha destacado asimismo la importancia de la unidad de la nación y ha señalado que es preciso convencer a quienes han votado esta jornada por otros candidatos para que se pongan de su lado. “Para avanzar tenemos que ir codo con codo con cada ciudadano del país. Vamos a pensar en el futuro de nuestra gran patria, en el futuro de nuestros hijos, y al actuar de esta manera estaremos destinados al éxito. Emprenderemos juntos un trabajo a gran escala en nombre de Rusia” declaró ante miles de moscovitas allí reunidos. Como sabéis, cuando Putin, de 65 años, llegó al poder en el año 2000, su país era inestable y con una economía fallida, como consecuencia del caos que siguió a la caída de la Unión Soviética. Ahora, todo eso es parte del pasado y millones de sus conciudadanos lo alaban por haber acabado con ello, reconociendo su sabiduría y asociándolo con la estabilidad, la renovada prosperidad y gran influencia del cual goza Rusia actualmente en el mundo. ¿Su método? “Una lucha paciente y obstinada, al acecho de cualquier síntoma de debilidad del adversario para vencerlo inobjetablemente”, explicaba en el 2013 el propio líder ruso. Esa técnica le ha resultado exitosa en Siria, donde Rusia interviene en apoyo del régimen de Damasco desde el 2015 (victima de una agresión criminal por parte de los EE.UU. y sus secuaces, mediante la creación y financiamiento de ISIS, un grupo terrorista que mediante el terror y la violencia extrema pretendía crear un ‘califato’ al servicio de los intereses sionistas), lo cual supuso un giro decisivo en el transcurso de la guerra, ya que gracias a la intervención rusa, ISIS fue aplastada sin piedad y su ilusorio ‘califato’ pulverizado bajo toneladas de bombas lanzadas quirúrgicamente por la aviación rusa, que mando asimismo al infierno a su cabecilla, Abu Bakr al-Baghdadi, conocido agente del Mossad israelí y cuyo cadáver fue mostrado por la televisión iraní, como signo inequívoco de la derrota total de la bestia sionista. Un año antes, en otra jugada maestra que descoloco a sus enemigos, desbarato los infames planes de la OTAN en Ucrania, donde tras derrocar al gobierno legitimo del señor Víktor Yanukóvich, instauro en el poder al traidor colaboracionista Petro Poroshenko con el objetivo de usar el país como ‘territorio de paso’ para sus tropas con el fin de apoderarse de las inmensas reservas de gas y petróleo existentes en Siberia. Pero fracasaron miserablemente en su empeño ya que Rusia acudió inmediatamente en defensa de las minorías rusas del este de Ucrania que estaban siendo masacradas por la camarilla fascista de Kiev con el beneplácito de Washington, ya que buscaban ‘limpiar’ la zona para instaurar una gran base militar destinada a la ‘conquista’ de Siberia. La intervención rusa dio al traste con todo ello y más aun, mediante un referéndum donde más del 90% de los consultados voto por el si, se decidió reintegrar la península de Crimea a Rusia, del cual había sido separada ilegalmente en 1954 por el dictador comunista soviético de origen ucraniano Nikita Jruschov, y ‘regalada’ a Ucrania a la cual por cierto, nunca había pertenecido. Lo que hizo el señor Putin fue simplemente reparar esta injusticia histórica y ahora Crimea esta nuevamente unida a Rusia, de la cual nunca más volverá a separarse. Esa audaz operación disparo su popularidad a proporciones míticas nunca antes vistas, pero desató el odio de Occidente que se muestra impotente para detenerlo, reviviendo de este modo la Guerra Fría. Gran aficionado al deporte, el presidente ruso intentó volver a hacer de su país una potencia deportiva, organizando en el 2014 los Juegos Olímpicos más caros de la historia en Sochi y que a mediados de este año, acogerá el mundial de fútbol, que desde ya se anuncia que será el mejor jamás realizado. Nacido el 7 de octubre de 1952, en el seno de una familia promedio en San Petersburgo, nada hacía presagiar que Putin acabaría ocupando la cima del poder, como el nuevo Zar que devolvería su grandeza a Rusia. Graduado en Derecho, trabajó en el KGB como agente de inteligencia exterior. Tras el derrocamiento de la dictadura comunista y el colapso de la URSS, se convirtió en asesor para relaciones exteriores del nuevo alcalde de San Petersburgo y luego comenzó un ascenso fulgurante. En 1996, fue requerido para trabajar en el Kremlin. En 1998 fue elegido director del FSB (que sustituyó al KGB) y un año después fue nombrado primer ministro por el presidente Boris Yeltsin. Algunos miembros del círculo de Yeltsin creían que podrían manipularlo fácilmente, pero cuan equivocados estaban, ya que él estaba metido de lleno en restablecer la autoridad del Estado formando un “poder vertical” que dependía únicamente de él. La guerra contra las bandas terroristas en Chechenia, lanzada en octubre de 1999, supuso el fundamento de su popularidad en Rusia. Cuando Yeltsin dimitió ese año, Putin ya se había impuesto como el nuevo hombre fuerte del país. Tras ser elegido en el 2000, aceleró su influencia apoyándose en las “estructuras de fuerza” (servicios secretos, policía, ejército) y en sus familiares de San Petersburgo. Expulsó del poder a los “oligarcas” que se enriquecieron bajo la sombra de Yeltsin y encarceló a los más prominentes, como al director del grupo petrolero Yukos, Mijail Jodorkovski, liberado en el 2013. El Kremlin metió en vereda también a las cadenas de televisión, que pasaron a estar al servicio de la Patria. En el 2008, al verse limitado a dos mandatos consecutivos por la Constitución, le confió el Kremlin por cuatro años a su primer ministro, Dmitri Medvedev, y se puso al frente del gobierno, lo cual sorprendió al mundo, que no se esperaban esta brillante jugada. Cuando en el 2011 anunció su intención de volver a la presidencia para un nuevo mandato, provocó una oleada inédita de entusiasmo que se vio manifestada en su aplastante reelección en el 2012, para un nuevo periodo que culminaría en el 2018. Sin embargo, debido al explicito deseo de millones de ciudadanos rusos que clamaban que se presente nuevamente a las elecciones de este año, accedió a ello y hoy ha vuelto a ser el gran triunfador. Extremadamente celoso de su vida privada, a Putin, padre de dos hijas y divorciado desde el 2013, le gusta dar la imagen de un hombre de gustos simples. Sin embargo, suele coquetear con el culto a la personalidad, acaparando la atención de los medios, ya sea con demostraciones de judo, luchando con osos, cabalgando en caballo sin camiseta o apagando un incendio al mando de un avión Bombardier, lo que le ha ganado una inmensa popularidad en la juventud, quienes lo consideran un ídolo y el símbolo perenne de la Nueva Rusia. Cabe destacar que esta campaña electoral ha reflejado una nueva faceta de Putin. Esta vez el presidente ruso ha elegido ser candidato independiente y potenciar la imagen de alguien que está por encima de las ideologías, cuyo único objetivo es hacer lo mejor para Rusia y todos sus conciudadanos. No ha participado en los debates electorales y el único discurso significativo durante la campaña ha sido el del Estado de la Nación, en el que presentó nuevas y temibles armas nucleares, muy superiores a las estadounidenses, las cuales son indetectables  y que en cuestión de minutos pulverizarían a sus enemigos sin darles tiempo de reaccionar. Paralelamente, la televisión rusa en su conjunto han emitido diversos documentales sobre la vida religiosa del presidente, entre los que destaca uno sobre su visita al monasterio de Vaalam, el Athos ruso, en una isla del lago Ladoga (Karelia), donde se sumergió en agua helada para llevar a cabo un rito de Epifanía. Vaalam, “espejo de Rusia” según el documental, fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y restaurado gracias a la ayuda del presidente. Como salvador religioso, pretende reconciliar dos legados, su condición de gran potencia mundial y la tradición imperial ortodoxa del zarismo, conectando así con el mito de la eterna Rusia, invadida por los mongoles, por Carlos XII, por Napoleón, por Hitler, pero liberada y restaurada por Iván III, Pedro el Grande, Alejandro II y Stalin, y, antes que ellos, por San Alexander Nevski, guerrero y salvador del reino ruso de Kiev contra suecos y alemanes, el modelo que mejor se aviene con el nuevo avatar de Putin. Con su reelección, se inicia una nueva etapa y se avizoran mayores desafíos, de la cuales a no dudarlo, volverá a salir airoso... Dios salve al Zar :)

SAMSUNG GALAXY J7 (2018): Algo sorprendente esta por suceder

La gama media de Samsung sigue adelante en su renovación para este 2018, y uno de sus modelos más populares es sin duda el Galaxy J7. Ahora hemos conocido el paso por la FCC del Samsung Galaxy J7 de 2018, que desvela un dato muy interesante, como son sus dimensiones, y que nos anticipan lo que podríamos encontrar como principal novedad. A comienzos de año conocíamos las que podían ser las primeras características del Samsung Galaxy J7 de 2018, que pudimos ver pasar por un test de rendimiento, donde se mostraban algunos de las especificaciones básicas de este nuevo terminal. No es ninguna sorpresa que la gama media de Samsung para este 2018 contará con una de las características más notables de la gama alta y media premium de la marca, como son las pantallas infinitas. Y por lo que hemos conocido hoy en el paso por la FCC del Samsung Galaxy J7 de 2018, podría contar también con una de estas pantallas. Si tenemos en cuenta que se han desvelado las dimensiones del terminal, y comparadas con las del modelo actual, nos anticipan este aspecto del diseño del terminal. Las dimensiones que se aprecian del Samsung Galaxy J7 de 2018 en su ficha de la FCC son de 153mm de largo por 76 milímetros de ancho. Estos son medio centímetro más de largo que su predecesor, y casi dos milímetros más de ancho, que tenía unas dimensiones de 152,5 milímetros de largo por 74,8 milímetros de ancho. No sabemos si será suficiente, pero ese mayor largo que su predecesor y un ancho muy similar, puede ser justo la diferencia para albergar una pantalla infinita en su frontal, que pueda crecer desde las 5,5 pulgadas de su predecesor hasta las 5,7 pulgadas de esta nueva generación de 2018. Otra novedad interesante que nos deja este paso por la FCC del Samsung Galaxy J7 de 2018 es que contará con conectividad Bluetooth 5.0, el último estándar de esta tecnología inalámbrica, sustituyendo así a la 4.1 de su predecesor. Vemos además que hay dos versiones, estándar y compatible con doble SIM, bajo los códigos SM-J720F y SM-J720F/DS. Por lo conocido ahora en su paso por los test de rendimiento, podría contar con el procesador Exynos 7885, junto a 4GB de memoria RAM, así como con 32GB de almacenamiento interno. Eso sí, no se espera una cámara dual, sino una tradicional de un sólo sensor, tanto detrás como delante. No sabemos cuándo saldrá este nuevo terminal al mercado, pero el año pasado, salieron otros miembros de la familia en la primera mitad de año, por lo que todavía nos queda bastante por esperar :)

AVANGARD: El misil hipersónico ruso capaz de alcanzar EE.UU. en 15 minutos

Rusia acaba de anunciar que espera poner en funcionamiento el indetectable sistema de misiles estratégicos hipersónicos Avangard (Vanguardia) a lo largo del 2019, un cohete espacial capaz de alcanzar el territorio de EE.UU. en tan solo 15 minutos si se lanza desde Moscú y que es imposible de ser interceptado, el cual fue presentado el pasado 1 de marzo por el propio presidente ruso, Vladimir Putin. “Luego de que se fabrique la primera serie de este armamento y se lleve a cabo con éxito un lanzamiento controlado sobre un misil balístico, el sistema Avangard podrá estar listo para entrar en servicio a finales de 2018. A más tardar, estaría operativo para 2019”, aseguró una fuente anónima del sector de Defensa rusa a la agencia local TASS. La fuente consultada sostuvo que con la puesta en marcha del novísimo complejo hipersónico Avangard, las otras divisiones de misiles dentro de la Fuerza Estratégica de Misiles de Rusia no se verán afectadas. En este contexto, añadió que este sistema más avanzado de armamento hipersónico estará en funcionamiento y cohabitando paralelamente con otros complejos de misiles ya en fase de desarrollo. Como sabéis, cuando el señor Putin dio a conocer Avangard, uno de sus armas más avanzadas durante un acto celebrado en Moscú, aseveró que Rusia daría “una respuesta simétrica e inmediata” a cualquier ataque con armas nucleares, en su contra en referencia los EE.UU. y la OTAN cuyas acciones no quedarían impunes y que serian reducidos a cenizas en menos tiempo de lo que se imaginan. El mandatario ruso presentó además otro misil, llamado Kinzhal, que es un arma hipersónica diseñada para atacar a los portaaviones y otros objetivos bien defendidos. Avangard es un vehículo capaz de moverse por la atmósfera terrestre y puede alcanzar velocidades por encima de Mach-20, por ende, es tan rápido que si es lanzado desde Moscú llegaría a impactar en Washington en apenas quince minutos, y ningún sistema de defensa antiaérea de EE.UU. podría destruirlo para evitar su impacto por tratarse de un cohete hipersónico. Esta arma es muy maniobrable y puede ser instalada prácticamente en cualquier misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) y se mueve dentro de una nube de plasma como un meteoro imposible de interceptar. Su temperatura durante el vuelo varía entre 1600 y 2000 grados Celsius. “El novísimo misil hipersónico Avangard, que supera 20 veces la velocidad Mach hace absolutamente inútil el sistema de defensa antimisiles (DAM) de EEUU”, dijo al respecto el famoso experto de la Fuerza Aérea de Rusia, Alexéi Leonkov. “Se trata de una respuesta a los sistemas de defensa antimisiles que los estadounidenses instalan en Europa, como los Aegis estadounidense, que vuelan a una velocidad de Mach 5 como máximo, pero para alcanzar un cohete que se desplaza aunque sea a una velocidad de Mach 10 hay que disponer de un anti-cohete con velocidad de Mach 15, que EEUU no tiene. El Avangard es capaz de maniobrar y puede destruir blancos con alta precisión, y ningún DAM es capaz de interceptarlo. Si nos provocan, lo van a lamentar el tiempo que les queda de vida” puntualizó :)
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