Como podéis imaginar,la tragedia que se vive en Irak continua acaparando nuestra atención, donde las atrocidades cometidas por el llamado “Estado Islámico”
(ISIS por sus iniciales en inglés) la ha convertido en muy poco tiempo en la organización terrorista más temida del mundo. La estrategia de este grupo criminal
(creado y financiado - como tantos otros - por los EE.UU. y entrenados por la CIA y la Mossad israelí para tratar de desestabilizar a aquellos regímenes que Washington considera “hostiles”, pero que al poco tiempo los traicionaron y se volvieron contra ellos, amenazando desde entonces las provincias kurdas donde se ubican los ricos yacimientos de gas y petróleo que se encuentran en manos de compañías estadounidenses) es precisamente aterrorizar a la población y proyectar su sombra de miedo en todo el mundo. Los métodos brutales utilizados por estos despiadados asesinos ha inspirado miles de historias de horror con decapitaciones y ejecuciones sumarias, llegando al extremo de enterrar vivos a cientos de niños y violar a miles de mujeres jezidies de toda edad y condición, durante su sangriento avance por el devastado país en su diabólico intento de crear “un califato islámico”.
Todos los días se leen titulares sobre su crueldad y salvajismo. Son informaciones impactantes, pero aún lo son más las fotografías y vídeos distribuidos a través de sus páginas web y en las redes sociales. Allí pueden verse desde ejecuciones sumarias a decapitaciones, pasando por cadáveres colgados en cruces de caminos. Por no hablar de esos vídeos donde aparecen disparando por doquier con su kalashnikov, encima de una camioneta, ataviados con turbantes negros, uniformes militares de distintos colores y luengas barbas negras. Como sabéis, este grupo sanguinario sunnita aboga por una interpretación fundamentalista del Islam y todo aquel que no acepte sus principios extremos es considerado un “Takfir” (infiel) al que es necesario combatir. Sean jezidies, cristianos o chiitas, son los enemigos a los cuales hay que exterminar y lo hacen sembrando el terror en su grado mas extremo.
Para lograr sus perversos fines, tienen a su disposición ingentes recursos económicos y militares proporcionados en un primer momento por Washington - cuando eran sus fieles aliados - y luego se han hecho con mucho dinero en efectivo y con los recursos naturales más importantes: el petróleo y el agua, en su imparable avance desde el norte del país hacia Bagdad. En efecto, este grupo terrorista ya controla varios yacimientos de petróleo y gas en el oeste de Irak lo que le está generando millones de dólares en ingresos diarios para la compra de armas en el mercado negro que esta muy activo en la región. Con semejantes recursos a su disposición, no es de extrañar que los bombardeos estadounidenses
(realizados únicamente para asegurarse el control de aquellas ingentes riquezas de las cuales se apoderaron cuando invadieron el país en el 2006 para derrocar a Saddam Hussein y colocar en su lugar a un títere colaboracionista como Nuri Al Maliki, a quien manejarían a su antojo, hasta que se cansaron de el y lo echaron hace una semana) en lugar de debilitarlos, los han fortalecido y ya están pensando extender su poder e influencia más allá de las actuales fronteras de Irak, pretendiendo imponer su ilusorio califato en una fabulosa extensión geográfica que va desde Europa hasta Lejano Oriente, incluyendo el norte de África, la Península Arábiga y llegando hasta la India Su locura es tal que así lo anuncian en sus páginas web y están dispuestos a todo para conseguirlo,
Si buscamos a los verdaderos responsables de esta barbarie, los encontramos en Washington y su absurda política de querer exportar su ”democracia” al resto del mundo, cuando por todos es sabido que esta forma de gobierno es incompatible con el Islam, de profundas raíces autoritarias. Creyendo que imponiéndolo por medio de la fuerza -como sucedió en Libia, Afganistán e Irak - derrocando a quienes gobernaban con mano de hierro, una vez “libres” se inclinarían de forma natural hacia una democracia liberal en la que se impondría el estado de derecho, la independencia de poderes y el juego de partidos al estilo occidental, pero para su desilusión - e ignorancia - el remedio fue peor que la enfermedad, ya que el caos que origino esa situación fue el caldo de cultivo de toda clase de grupos extremistas. Ahora esos países nombrados son ingobernables, profundamente divididos y al borde del colapso, convirtiéndose en fuentes de inestabilidad para los demás países de la zona.
El drama de Irak no acaba allí, porque para combatir a los terroristas de ISIS sin tener que enviar sus propias tropas, EE. UU. y sus aliados han decidido armar a las milicias del Kurdistán Iraquí - el principal adversario del régimen de Bagdad - y que están tan interesadas como los primeros en romper el país. Y es que nada les impedirá que las armas que Occidente envíe a los kurdos para combatir a los integristas, terminen siendo empleadas contra el gobierno para terminar de dividir a Irak. Sea como fuere, su destino está marcado por el infortunio (Al momento de publicar esta nota, me entero de la ejecución del periodista estadounidense James Foley a manos de estos asesinos y que el vídeo de su decapitación fue colgado en Youtube. ¿Hasta donde puede llegar tanta maldad?) :(
Iraq: ISIS Sparks a Middle East Crisis, Explained por WSJ_Live
Conforme el tamaño de los smartphones ha ido creciendo, los fabricantes han tenido un nuevo trabajo durante el proceso de diseño y fabricación: reducir el tamaño de los biseles. Que la pantalla sea el principal elemento del frontal es clave para minimizar el tamaño total del dispositivo aún siendo de 5 pulgadas o más, además el paso de los botones físicos y capacitivos a los virtuales ayuda a ello. Así, en las últimas horas ha sido presentado el Sharp Aquos Crystal, un terminal con el que el fabricante japonés dice prácticamente adiós a los biseles alrededor de la pantalla, quedado un dispositivo tremendo al mirarlo de frente, además, el resto de sus características no se quedan atrás. En concreto, llegará en dos versiones, una más “modesta” de 5 pulgadas y otra más potente de 5.5 pulgadas (Aquos Crystal X), pero ambas destacan por el protagonismo de la pantalla. En el modelo de 5 pulgadas, tenemos una pantalla HD, 8GB de almacenamiento interno y 1.5GB de RAM acompañado de un procesador Qualcomm Snapdragon 400 MSM8926 a 1.2GHz y una batería de 2040mAh. Mientras, el de 5.5” monta un panel FullHD, el Snapdragon 801 MSM8974 a 2.3GHz, 2GB de RAM y 32GB de memoria. En ambos casos corren bajo Android 4.4.2 KitKat. Si hablamos de dimensiones físicas, el Sharp Aquos Crystal mide 67 x 131 x 10 milímetros, mientras que el modelo X crece hasta los 73 x 139 x 11mm (con batería de 2610mAh). No son los más delgados del mercado, pero posiblemente sí sean aquellos con menores biseles. Lo que habría que comprobar es la comodidad al usarlo en la mano, ya que con bordes tan reducidos, quizá haya toques involuntarios en los laterales. Por desgracia no se sabe nada de su lanzamiento fuera de Japón,, mas allá de su llegada a USA bajo la operadora Sprint, pero nada se sabe sobre su apertura en el resto del mundo. Teléfonos sin marco muy atractivos para muchos que, ojalá, pronto podamos ver por estas tierras :)
